Hoy nos ha visitado un ser de otro mundo.
Esta mañana han embarcado tres amigos holandeses. Erica Koning, Jack Schilling y Martin Jaan del NIOZ Royal Netherlands Institute for Sea Research para recuperar lo que hace nueve meses dejaron sumergido en aguas del Mediterraneo.
Tras partir de Palma de Mallorca y navegar durante siete horas llegamos al primer punto geográfoico de tres para realizar la triangulación acústica que nos desvelará la situación exacta del MOVE.
En la memoria más reciente quedan aquellas actividades frenéticas en cubierta de arriar y virar redes de todo tipo y sin parar. Cazadores de plancton y pelágicos, Divinos de las Puertas que sobrevivieron al dia de la Virgen del Carmen.
Ahora nuestra última actividad, antes de llegar a nuestra querida casa, es la materialización de una estrecha colaboración con nuestros amigos del NIOZ.
Ingenieros del NIOZ han desarrollado un laboratorio automatizado sumergible, autónomo y con capacidad de movimiento preprogramado en tierra. Capaz de analizar nutrientes para ver la actividad bacteriana del sedimento. Capaz de almacenar in situ las muestras y los datos de todos los sensores que llava, que no son pocos.
Nueve meses después, y tras aceptar la orden, El MOVE se libera del lastre y asciende lentamente hacia la superficie. Después de esperar 45 minutos han aparecido, por el lado de estribor del Sarmiento de Gamboa, las boyas amarillas y el reflectante radar del laboratorio MOVE. La satisfacción ha sido máxima.
Ahora, a los amigos holandeses, les queda mucho “laboro” (como decia mi compañero de camarote italiano) para analizar todo lo que ha producido el laboratorio automatizado MOVE.
Ahora sí, rumbo Barcelona. Se acabaron los dias de mar. Hay responsabilidades en tierra que hecho de menos y quiero atender.